lunes, 28 de abril de 2014

Y es la verdad...

Y es la verdad... te lo digo desde el fondo de mi corazón, que no sé decir las cosas de otra manera. Yo sé decir "Te quiero", porque lo hago, y no como se quiere a un objeto o cuando se busca una meta, aunque te digo que eres el objeto de mi vida y la meta de mis sueños; si te digo que te extraño es porque es verdad, porque a veces me abandono a mí mismo para perderme en tu ausencia y te busco por los rincones más apartados de mi memoria, en donde por más que lo intento no he logrado abandonarte. Te digo que eres un sueño porque dormido y despierto apareces en mi camino, ya sea cuando nos veo en la playa de noche observando la roca que se eleva sobre el mar o cuando visito la banca de piedra frente a la iglesia en el parque, esa que tantas ganas tenía de mostrarte pero nunca me diste la oportunidad, en ella te he imaginado más de mil veces, ahí te he hecho el amor, y no lo digo en el sentido físico; te he hecho el amor porque para mí hacer cualquier cosa contigo es eso, Amor, porque te veo con amor, te respiro con amor, te hablo con amor, te recuerdo con amor, te regaño con amor, te aconsejo con amor; qué más ejemplos te puedo poner si simplemente te vivo con amor. Yo no sé de arte o me considero artista ni mucho menos, pero tengo la certeza de que lo que provocas en mí se traduce en eso, estoy seguro que es lo que sienten los que saben plasmar atardeceres en oleos o serenatas en acordes de violín, yo no poseo más recursos para expresarte lo que siento que mis simples y llanas palabras; esas que te digo aunque no me escuches, las que te grito desde la lejanía o te susurro en mis largas noches sin tu cintura en mis manos. A mí me gustan las cosas con pasión, porque si uno no hace así las cosas, entonces de qué valen, si yo te quiero es apasionado, si yo me entrego es del mismo modo, si yo me alejo también será así, y no creas que por no verme o escucharme me he alejado de ti, porque estoy seguro que me ves en mi ausencia, sé que darás algunos pasos y a veces sientes mi presencia o que de la nada se te escapa un suspiro que sabe a mi recuerdo, entonces pienso que algo habré hecho bien en el tiempo en que te besé y me quisiste, con eso, y no más, me basta para poder dormir tranquilo.

                                                                                    FABO

Explícame...

Existen miles de soles en el universo,
millones de estrellas que brillan y brillan,
entonces explícame por qué
no puedo encontrar otros ojos con tu mirada.

    Qué pasa con la sinfonía de tu sonrisa,
    que ninguna orquesta me llena el alma
    como el sonido de tu voz en mi oído
    que suena a compases de una rapsodia.

        Explícame por qué a pesar de todo,
        todo lo sigues siendo tú,
        donde la calle se siente vacía tan llena de gente,
        sólo porque tú no estás a mi lado.

  En qué momento el sabor de tu piel suave
  se convirtió en el favorito de mi paladar,
  explícame porque mis labios buscan a los tuyos
  no sólo con deseo sino con desesperación.

      En qué momento tu aroma llenó todo mi ser,
      explícame cómo me vierto de tu esencia
      que me ha dejado tan lleno
      sintiéndome tan vacío.

  Explícame la complejidad de tu ser
  que yo entenderé de puentes y caminos,   
  de literatura y de ciudades
  pero no sé nada sobre cómo olvidarte.

       De lo demás no te pediré explicación alguna,
       porque existen cosas que no tienen razones,
       aunque su existencia sea tan inoportuna
       créeme cuando te digo, que el mundo seguirá su marcha.

                                                                                                               FABO

viernes, 25 de abril de 2014

Así como tú...

No he conocido a nadie así como tú,
que se vea tan linda mintiendo todo el tiempo,
que bese como enamorada, mientras sostiene otra mano y
que diga "te quiero" como si fuera sincero.

            No he conocido a nadie así como tú,
            con dotes de actriz de drama
            mientras sonríe a otros ojos
            que diga lo que no siente
            desde lo más profundo de su vacío.

  No he conocido a nadie así como tú,
  que disfrute la soledad con compañía
  y que acompañada se sienta más sola aún,
  que sienta que la vida no le da nada
  cuando le da todo a manos llenas.

         No he conocido a nadie así como tú,
         que regale falsedades tan sencillo
         que me da miedo saber que eres experta en lograrlo,
         que el mundo te crea y tú no te creas ni a ti misma.

               No he conocido a nadie así como tú,
               que me envuelva en sus brazos de sol
               y se marche con el viento
               para llegar a otros brazos.

  No he conocido a nadie así como tú,
  que diga que le gustan los valientes
  cuando te ocultas a la sombra de la cobardía
  sin perder la imagen de entregada.

                No he conocido a nadie así como tú,
                y la verdad que me da gusto,
                porque ni  el mundo ni nadie se lo merecen,
                sin embargo me ha tocado a mi conocerte
                y espero en un futuro no conozcas a nadie así como tú.
               
                                                                                                                  FABO
               
             
   

jueves, 24 de abril de 2014

La fuente de piedra...

La hacienda de Los Pavo Reales había sido por mucho tiempo una de las más grandes e importantes que habían existido en México, sus verdes campos eran famosos por tener los huertos más bellos de manzanas y guayabas; la vid de los mejores vinos de la región y los caballos más bravos y altaneros; su arquitectura era hermosa, el casco recubierto de cantera rosa, las caballerizas de madera adornada con piedra de río, en fin, era un gusto verla; su dueño era uno de los charros más ricos que se hayan conocido, era amable con su gente y trabajador, sin embargo, siempre estaba sólo y era muy reservado, nunca se le conoció familia ni mujer alguna; lo que la gente no sabía es que el charro estaba enamorado de la hija de uno de sus sirvientes, la quería tanto que mando a hacer un jardín lleno de flores de jazmín, azahares y rosas que eran sus flores favoritas y justo en el centro una gran fuente de piedra sólida bellamente adornada con jilgueros y cenzontles sólo para ella. Justo a la media noche se veían en la fuente y él le decía que renunciaría a todo por ella, ella también lo amaba y le respondía que lo dejara todo y se fueran juntos, para ser felices y comenzar una vida donde nadie supiera quienes eran, donde pudieran comenzar una nueva vida juntos. A la noche siguiente el charro aceptó y le dijo que preparara sus cosas, pues se fugarían con la próxima noche sin luna, para que la obscuridad pudiera ocultar sus pasos, ella aceptó, se besaron como si la vida se les fuera en ello y se despidieron; lo que no supieron es que uno de los capataces que estaba enamorado de ella los había seguido, sospechando de sus amoríos; el capataz ciego de celos se decidió a que el charro jamás se llevaría a su amada. La noche obscura llegó, el charro se puso su mejor traje, el negro con botonadura de oro y el corbatín de ceda rojo, las botas de campero y preparo su caballo con la mejor silla en su colección, tomó algo de dinero y se fue a la cita con su amada. Al llegar la vio sentada en la fuente, con su vestido blanco y el reboso verde de seda que le había regalado, con su cabello negro trenzado y los labios rojos como las manzanas de los árboles del huerto; se miraron con toda la ilusión de amarse para toda la vida; en ese momento escucharon el crujir de la hierba y al girar pudieron observar al capataz, completamente borracho y con una pistola en la mano, lo siguiente que se escuchó fue la explosión de la pólvora y el golpe seco de la bala atravesando el traje negro y el corazón del charro, el cual quedó tendido ahí. La mujer lo sostuvo en sus brazos, el capataz se acercó a ella, la miró con dolor y con odio, al mirarla comprendió que jamás lo querría, la cargo hasta la fuente y en ella la ahogo. Tomó el dinero del charro y se subió al caballo para escapar a todo galope, pero al estar tan obscuro no notó la zanja que había detrás de las trancas, al saltarlas el caballo cayó en la zanja y el capataz sobre las piedras golpeándose la cabeza y muriendo al instante. Después de que el charro muriera, Los Pavo Reales no volvió a ser lo mismo cayendo en la desgracias y finalmente extinguiéndose. Sin embargo, hay quien dice que en las noches sin luna, se alcanza a apreciar la sombra de un charro que llega a la fuente y que de la fuente sale la forma de una mujer hecha de agua y que ambos se funden en un abrazo volviéndose uno mismo, como siempre lo quisieron. Ahora tienen toda la eternidad para estar juntos en su propio paraíso.

                                                                                                                          FABO

Por fin...

Ya las llamas que devoraban todo
se han convertido en pálidas cenizas,
el calor no llena ya tu espacio
ni ilumina tanto tu sonrisa.

      Ya mi soledad no es la tuya
       ni siento tanto esa agonía
       otros ojos me han mirado
       y me cautiva otra sonrisa.

  El extrañarte por fin se me ha pasado
  comienzo a sonreír por otra causa,
  siento como si hubiera despertado
  y la vida me mostrara ya otra cara.

        Yo no sé dónde te encuentres
        ni qué en tu vida haya pasado
        sólo sé que ya no eres
        y que en tu mente nunca he estado.

  Disfrutemos de la vida cada uno,
  disfrutemos del presente y del pasado
  tú con tu desamor de siempre
  yo con alguien más aquí a mi lado.

                                                                                              FABO

miércoles, 23 de abril de 2014

Me gusta...

A mi lo que me gusta
es perderme en tus labios
donde encuentro todas las respuestas
sin hacer ni una pregunta.

      Es beber del manantial de tus labios
      esa eterna juventud tan escondida
      que está a plena luz del día
      oculta en tus labios carmesí.

  Es perderme en el mar de tu piel morena
  surcando con la marina de mis manos
  las olas peligrosas de tu cadera
  encallando en la costa de tus piernas.

         A mi lo que me gusta
         es tenerte en mis manos tan etérea
         sentir que la vida está completa
         cuando me miras diciendo "te he extrañado".

  Es poner mi rostro entre tus manos
  sintiendo el calor de la mañana,
  la brisa del aliento que me habla,
  viviendo por completo en un instante.

          Es perderme en tu aroma de azahares
          que se impregnan en mi ropa al abrazarte
          sabiendo que te llevo a cualquier parte
          y que por fin te he encontrado sin buscarte.

   A mi lo que me gusta
   es que me encantes
   con tu magia de mística hechicera
   que sabe todo sobre como conquistarme.

         Ya no puedo esperar para admirarte
          ya no puedo esperar para besarte
           no entiendo porqué te alejas cada tarde
           ni porqué mi bendición es el amarte.

                                                                                                                    FABO

martes, 22 de abril de 2014

Yo no pido nada más...

Yo no pido nada más
que me dejes quererte a diario,
que todas mis preocupaciones se vayan al mirarte
y que la vida se llame así porque tú le das sentido.

          Yo no pido más que darte un  beso
           que le siga a otro y a otro
           y que mis labios no prueben nada más
           que los tuyos.

  Yo no pido nada más
  que mirarte dormida y velar tu sueño,
  que las mañanas no salgan con el sol
  sino con tu sonrisa, que da más vida.

         Yo no pido nada más
         que tomarte de la mano
          y sentir tu piel cálida y tus dedos de pianista,
          sentir que caminas a mi lado.

  Yo no pido nada más
   que estar contigo siempre,
    no todo el tiempo, porque sería imposible
    pero siempre en cualquier detalle que te haga recordarme.

            Yo no pido nada más
            que a ti en mi vida
            con tus errores y manías
            con tus locuras y alegrías,
            con tu imperfecta humanidad
            que nos vuelve perfectamente compatibles.

                                                                                                         FABO

lunes, 21 de abril de 2014

Tu ausencia...

Hoy me senté a platicar con tu ausencia,
es simpática sabes... bastante callada,
pero me recuerda mucho a ti,
se nota que se conocen demasiado.

    Le serví un café en tu taza roja
    y yo bebí el mío mientras la miraba a los ojos,
    nos quedamos un rato en silencio
    mientras nos llenábamos de dudas.

      Comencé por preguntarle que
      si como yo, también te extrañaba,
      asintió mientras daba un sorbo al café humeante,
      yo también asentí contestándome a mí mismo.

 Le dije que lo que más extrañaba
 era sonreír juntos, así de la nada,
 esas son sonrisas verdaderas
 las que son causadas por nada.

      Le dije que quisiera escucharte
      por lo menos para decirnos "adiós",
      tu ausencia me miró fijamente
      y pude notar en sus labios que lo decía.

  Así que por fin entendí
  que tu adiós estaba implícito en tu ausencia
  y que yo me  enamoraba de tu recuerdo y nada más,
  por fin entendí que callando se entiende la gente.

     Aun así, invitaré a tu ausencia a otras tardes de café,
     disfruto de su no compañía,
     de sus calladas pláticas,
     de como me recuerda... que tú no estás en su lugar.

                                                                                                                 FABO



martes, 15 de abril de 2014

Con el rostro al sol...

Me acuesto sobre el verde césped,
cierro los ojos y siento el sol en el rostro,
de repente todo está bien,
de repente no hay nada más.

               Escucho la vida que crece
               alrededor de mi cuerpo inmóvil,
               sonrío
               y el viento juega entre mis ropas.

   Me estiro y siento cada parte de mí,
   creo que por fin estoy vivo
   o por lo menos me gusta imaginarlo,
   el mundo es completamente mío por unos segundos.

           Suena la vida fuera de esta muralla,
           la ciudad trata de gritar para despertarme
           de este trance en donde me siento vivo
           por completo, y yo no la escucho.

  Medito si no es éste momento en el que por fin estoy vivo,
  si en realidad todo el tiempo estoy dormido
  y  ya he logrado despertar
  en un hermoso sueño que se siente tan real.

            El calor penetra hasta mis huesos
            y mi cuerpo reacciona,
            estoy a punto de abandonarme por completo
            para que el universo haga conmigo lo que quiera.

  Qué más da el trabajo,
  el dinero, tu ausencia, etc.
  qué más puedo pedir que una sonrisa verdadera
  que sale de mi boca sin ninguna razón aparente
  más que el simple hecho de ser feliz.

           Aquí no hay despedidas ni nada que perdonar,
           no hay errores ni traiciones,
           no hay amargura ni soledad,
           soy yo conmigo mismo y eso me basta.

 Abro los ojos lentamente
 y el sol hace figuras extrañas que me deslumbran,
 pareciese un teatro de marionetas hechas de luz
 que me hacen sentir como un niño pequeño.

          Me levanto lentamente
          y regreso a este mundo,
          pero en esta ocasión
          algo de esa vida se va dentro de mí.

                                                                                     FABO
   

               

domingo, 13 de abril de 2014

La bailarina...

Todo permanece en la obscuridad,
sólo una tenue luz blanca se coloca sobre el escenario
iluminando una bella figura de líneas suaves,
es una estatua tallada por las manos de Dios.

      De pronto unas notas familiares comienzan a sonar
      y la estatua cobra vida dentro de ese vestuario negro y rosa,
      sus movimientos sutiles contrastan con la fuerza de su carácter
      y el mundo se reduce a ese momento en que sus pies
      bailan sobre el cielo.

            Se mueve como un ángel y el universo lo nota,
            se estira y parece alcanzar las nubes;
            sus piernas abren un compás imposible
            como imposible es dejar de admirarla.

  El señor Armstrong, con su voz peculiar
  canta "Give your heart and soul to me..."
  y yo por fin lo comprendo
  porque no dejo de sentir lo mismo.

           En cada giro la vida le queda corta,
           hace poesía sin decir una sola palabra,
           sin escribir un sólo verso,
           sólo con el simple hecho de volar por los aires.

    Suenan los últimos compases,
    y siento que el corazón no me alcanza para quererla tanto,
    aun así, Edith Piaf ya lo había dicho:
    "Et des que je l´apercois
     Alors je sens en moi
     Mon coeur qui bat"
     y ahora la bailarina,
     me lo ha explicado por completo.

                                                                                                            FABO

Recordarás...

La tarde vendrá gris y no tan tibia,
sentirás el viento jugar con tu cabello
y frotarás tus manos para despertarlas
porque no tienes con qué frotar tu alma.

     Te mirarás al espejo y verás tus grandes ojos negros,
     pintaras tus labios de ese rojo intenso
     como intenso es todo lo que sientes
     y tomarás rumbo firme sin saber a donde.

           Pasarás por ese café de siempre,
           esta vez sin pedir nada,
           tal vez soltaras un suspiro
          y darás la media vuelta.

    Sentirás esa calma inquieta
    que te hace sonreír a todo
    conteniendo el aliento
    para que las lágrimas no broten como fuente.

            Pensarás en que al día le falta algo,
            ya ni siquiera para estar completo,
            sino para que simplemente sea soportable,
            porque no te sentirás ni tú misma.

   Regresarás a casa,
   la noche llegara casi de puntillas y sigilosa
   tal vez ni la notaras 
   porque tu mente está en otra parte.

          Serás lo que eres a pesar de negarlo
           y te derramarás sobre el colchón
           al que te aferras como barca en tormenta
           para sobrevivir otra noche como éstas.

    Te levantaras de pronto
     y llegará a tu mente esa imagen mía recargado
     en el umbral de la puerta, a punto de besarte,
     lo entenderás todo cuando ya sea muy tarde,
    y entonces...  recordarás.

                                                                                                    FABO

viernes, 11 de abril de 2014

Extranjeros...

Cuando la conocí,
sus ojos me hablaron desde lejos,
yo la vi con toda esa verdad sincera
con la que se hablan los extraños.

       Ambos hablábamos otra lengua
       y nos entendimos perfectamente,
       reímos, cantamos, nos abrazamos
       nos quisimos.

  La noche nos olvidó y nos dejó seguir,
  el amanecer nos encontró
  por más que quisimos ocultarnos
  y nos perdimos por las calles.

          Al despertar, nos miramos,
          esta vez sus ojos me hablaron de cerca,
          su sonrisa asomaba la melancolía
          de saber que era una despedida.

   Nos dijimos te quiero,
   cada uno en su idioma
   pero ambos sentimos ese vacío
   de decirlo para escucharlo por sólo esta vez.

                 A veces pienso en ella
                 y ella piensa en mi a veces,
                 lo sé porque cuando la recuerdo sonrío
                 y eso sólo pasa cuando el recuerdo es correspondido.

   Algún día recibí noticias de ella,
   desde su lejanía y con sencillez
   me mandó sus recuerdos
    y yo... le mande los míos.

                                                                                                                        FABO
 

Despertar...

Hoy me desperté de tu sueño,
me sucedió mientras caminaba,
así de repente, sentí un golpe de realidad
donde me dí cuenta que tú no regresarías.

             Me detuve por un momento
             en lo que mis ojos se acostumbraban
             a la luz de una nueva realidad
             donde no te tengo.

    Te digo que desperté, porque así fue,
    porque estar contigo no era más que un sueño,
    uno lindo, de eso no hay duda
    pero al fin sólo eso, un sueño y nada más.

              Alcé la mirada al cielo
              y note que las nubes se movían lentas
              como grandes montañas de algodón
              sin rumbo pero siempre hacia adelante.

   Cerré los ojos, y pensé en ti
   y sentí tu lejanía como propia,
   tal vez era yo el que realmente
   estaba tomando un vuelo a cualquier parte.

            Bajé la mirada y observé mi camino,
            noté que nada había cambiado,
           sólo yo y mi mundo
           porque mi mundo ya era sólo yo.

   Tal vez cuando nos volvamos a ver,
   todo sea igual siendo totalmente diferente,
   yo habré despertado del sueño de tenerte
   y tú seras el sueño que regresa en un momento de insomnio.

                                                                                                   FABO

jueves, 10 de abril de 2014

Imaginando...

Cuando se despertó, la noche aún llenaba todo a su alrededor, su pequeña luz de noche seguía encendida y la sombra del osito que se proyectaba en la pared le parecía divertida, se sentó a un lado y la sombra de su cabello despeinado le recordó la forma de un campo con un pequeño árbol, imaginó como el oso se acercaba al árbol y se sentaba debajo de él, mientras el viento soplaba haciéndole cosquillas en su cuerpo, pensó que el oso imaginaba a un pez que en lugar de nadar volaba por los aires, el pez se había cansado de seguir la corriente del río y un buen día decidió salir a la superficie aunque fuera doloroso, tardo un tiempo en acostumbrarse pero poco a poco logró volar como un ave, el pez imaginó cómo sería esa ave; un ave de plumaje rojo brillante que surcaba cada parte del mundo a su antojo, volando sobre bosques y selvas, sobre pequeños poblados y grandes ciudades, el ave imaginó en esa ciudad a un joven enamorado, sería algo despistado, pero honestamente enamorado, el cual seguro que moría por estar con esa linda mujer que atravesaba la calle todos los días a la misma hora en la mañana, le gustaba de verdad porque caminaba segura de sí misma y comenzó a imaginarse con ella en una pequeña cabaña en el bosque con una lluvia que caía mientras ellos se besaban; un conejo de color gris y orejas blancas los veía con sus grandes ojos tiernos mientras comía una lechuga, imaginó que el conejo al verlos se imaginaba con su propia familia de conejos, donde sus pequeñas crías se encontrarían jugando, corriendo de un lugar a otro, brincando felices, pensó que a alguno de sus pequeños conejos le gustaría llegar a ser algo más y el pequeño conejo imaginó que le gustaría ser un niño que cuando se despertara, la noche aún llenaba todo a su alrededor, su pequeña luz de noche seguía encendida y la sombra del osito que se proyectaba en la pared le parecía divertida, se sentó a un lado y la sombra de su cabello despeinado le recordó la forma de un campo con un pequeño árbol...

                                                                                                                                                                                                                                                             FABO

Que bonic....

La calle vibra con el sonido del recuerdo
que lo llena todo de tu dulce voz
y que deleita a los oídos
inmersa en sonidos de siempre.

     Suena una guitarra con el viento
     y una voz en lengua extranjera
     que me dice "que bonic" y llegas a mi mente,
     porque yo pienso lo mismo.

Recorro la ciudad a ojos cerrados
porque, como me sucede contigo,
conozco cada rincón
por donde he pasado mis manos
y no dejo de pensar "que bonic".

        Sigo caminando en el asfalto
        lleno de flores violetas
        y quiero mostrártelo aunque no estés conmigo
        por eso comienzo a cantar la canción de tu nombre.

  El día es extraño con tu ausencia repartida
  en mis manos y en mi mirada
  pero no en mi pensamiento,
  a veces creo que recorrí el mundo
  sólo para encontrarte al cruzar la puerta.

              Me gustan las memorias que me guardan contigo
              donde el mar se junta con la costa de tu olvido,
              recuerdo recorrer ese lugar con mi abrigo
              y las ganas de verte, para mantener el calor.

   Quisiera volver algún día,
    hacia ambos lados,
    regresar a tu mente y corazón
    mientras volvemos a ese pasaje hacia al mar
    y estando ahí, ambos decir "que bonic".

                                                                                                       FABO

jueves, 3 de abril de 2014

Tu necedad...

Tu necedad... tan de siempre, tan incómoda
tan necesaria,
tan tuya,
tan necia.

     Cómo entenderte, si siempre eres complicada
     y no lo digo sólo yo
     tú me lo repites como un mentira
     esperando volverse verdad.

 Te escudas en ella , para hacer lo que no quieres
 te gusta ponerte esa máscara que te deja ser quien no eres
 para tener lo que no quieres
 y alejar lo que te espera.

      Tu necedad habla sin palabras,
      te dicta y tú obedeces a tus palabras necias
      para arrepentirte después, sin embargo,
      lo sigues haciendo.

  ¿Qué buscas de ti?, si el mundo te lo da todo,
   te gusta complicarte porque sientes que así la vida tiene sentido
   y yo que busco darte el sentido que buscas
   dándote el mismo sentido que me brindas al mirarte.

         Yo te quiero, y que simple es hacerlo,
          así, te veo y te quiero, te escucho y te quiero
          porque eres lo que quiero querer todo el tiempo,
          y tú no me dejas quererte porque tu necedad te lo impide.

Hoy te espero en el lugar de siempre,
donde te dije que te quiero para siempre,
espero que llegues tan linda como siempre
sin tu necedad incómoda de siempre.

                                                                                                             FABO

Dónde estás...

Hoy me vi en el espejo y no me reconocí,
será que mi esencia me abandonó
para buscarte por los rincones del mundo
donde se pierde mi todo por encontrarte.

     No lo niego, cada día pienso en ti,
     tal vez más de lo que me gustaría admitir,
     pienso que las noches me hablan por lo bajo
     repitiéndome tu nombre para que te metas en mis sueños.

 El tiempo pasa lento y yo lentamente me fundo con él,
 comienzo a volverme atemporal,
 porque tu no llegas y con tu llegada
 mi vida seguiría con el latir de tu corazón.

       Siento que la muerte me observa desde lejos
        y se burla de mi destino tan frágil,
        me da la oportunidad de decir lo que te tenga que decir
        porque sigues siendo mi motivo de vida.

  Quisiera tenerte aquí, o allá, o en algún lado,
  si no es en mis manos por lo menos en mi lejanía,
  pero no apareces por ninguna parte
  y yo me canso de buscarte hasta el amanecer.

     Ya no soy yo, ni lo que solía ser,
     ahora me siento en un vacío tan lleno de tu ausencia,
     me platico viejas historias, que a veces,
     mezclo con mi realidad tan ilusoria.

           Ya no te pido que vuelvas,
           porque un regreso no se pide, simplemente se da,
           qué importa que llegues de noche oculta en los nubarrones de mi tristeza,
           o de día a plena luz de sol resplandeciendo como un ángel.

   Siento que la locura me invade,
   y soy el más cuerdo de los desolados,
   me gusta admitirlo así sin miramiento ni máscaras,
   porque todo es por tu motivo.

        Hoy no brindaré por nada,
        simplemente beberé porque mi garganta seca
        necesita un duelo de tanto repetir tu nombre,
        aunque mi mente, lo repita todo el tiempo.

                                                                                               FABO

martes, 1 de abril de 2014

Reencuentro...

Mi mano se desliza suave
con un movimiento casi imperceptible
y se posa sobre tu mano tibia
que se queda inmóvil a mi llegada.

       Volteo a mirar tus grandes ojos
        llenos de verdad y de cariño,
        ese cariño que no decrece con los años
        y que pareciese que fue ayer cuando te bese por vez primera.

   Por nosotros no ha pasado el tiempo
   ni por nuestro cariño,
   se nota en nuestra mirada que somos nosotros,
   los mismos, los de entonces.

        Es tan grato encontrarte de nuevo
        y que me encuentres de nuevo,
       notando que jamás nos perdimos,
       que sólo fue un ayer de algunos años.

            Me dices "te quiero"
            sin siquiera despegar los labios,
            yo te contesto "te quiero"
            juntando los míos a tu boca suave de cereza.

     Tu perfume me envuelve
      y mis manos te envuelven a ti,
      tu sonrisa brota como flor de primavera
      tan simple y natural como las mañanas.

Me gustas, de hoy y de siempre,
te recuerdo cruzando entre la gente
y me recuerdo corriendo por alcanzarte,
para que no se escaparan mis sueños contigo.

        Recuerdo la noche de nuestra despedida
        y la noche de nuestro rencuentro,
        recuerdo que siempre me quisiste
        sin importar ni el lugar ni el momento.

Recuerdo nuestro ayer
como si hubiera sido hoy
y nos recuerdo hoy
como si nunca hubiera sido ayer.

                                                                                                        FABO