martes, 24 de febrero de 2015

En mi almohada...

Hoy desperté,
y tu aroma no descansaba en mi almohada
ni tu calor daba vida a mi sábanas.

       Hoy camine por la calle
       y tus pasos no seguían a los míos,
       o viceversa,
       mi reflejo en los aparadores 
       era eso,
       sólo el mío.

              La tarde me llegó de repente
              y yo esperaba que llegaras de la misma manera,
              el mundo seguía adelante
              mientras yo dudaba en seguirlo
              sin tomar en cuenta que me lleva sin que lo note,
              sin que lo quiera,
              sin que lo impida.

     Hoy vi viejas amistades,
     que ya son mis familiares,
     extraños que se han vuelto tan de casa
     y tú tan de casa 
     que se esfuerza en volverse extraña.

            Me encaminé a la noche
            sin miedo ni pesar,
            porque el temor es la ausencia de confianza,
            pero sin ti últimamente
            ando ausente de todo.

    Llegue a casa,
    y noté lo gracioso que es 
     que aún no me acostumbre a llamarle hogar.

     Por fin "hoy" se acaba
     y  entraré a ese mundo de sueños,
     aunque lo último que note antes de dormir
     sea que tu aroma
     no descansa en mi almohada.

                                                                                                                               FABO 


viernes, 13 de febrero de 2015

Me gustaba verla sonreír...

Me gustaba verla sonreír, y no lo tomen a la expresión melosa de "es que su sonrisa es la mejor del mundo"; seguramente su sonrisa no era la mejor del mundo, sus labios eran delgados, es decir, no tenía esa boca carnosa seductora de comercial de chocolates prohibidos; sus dientes eran lindos, no de ese blanco que se ve en los comerciales de dentífrico, ni completamente derechos como las sonrisas de los artistas que salen en la televisión. De hecho sus dientes eran normales, como los que se ven en las filas de los bancos, del supermercado, de la parada de autobús... sin embargo yo al principio dije que me gustaba verla sonreír, no que me gustaba su sonrisa; y es que verla sonreír era divertido, siempre giraba un poco la cabeza hacia la derecha, entrecerraba los ojos y levantaba la ceja derecha levemente, casi imperceptible, podría pasar desapercibido para cualquiera pero no para el ojo entrenado de aquel que ha pasado sus noches estudiando cada movimiento que hacía, cada detalle en su rostro, como ese pequeño lunar junto al parpado derecho, o la cicatriz que se hizo por caerse de un columpio a los cinco años. Me gustaba verla sonreír porque en verdad lo hacía con ganas de sonreír; no vendía sonrisas vanas, no gastaba la energía de un sólo músculo en vender falsedades a quien estuviera a su lado, si tenía ganas de sonreír lo hacía y punto; ya fuera porque realmente dijiste algo con gracia o por que le daba un poco de pena, porque vio a alguien resbalar en la calle, porque recordó un chiste o porque finalmente lo entendió. Sabes... era sincera, no digo que fuera totalmente transparente, pues yo creo que nadie puede serlo por completo, pero ese sólo detalle en ella, el que su sonrisa saliera espontánea y sin frenarla o alentarla, que fuera como era, hacía que valiera la pena verla sonreír. A veces me pongo nostálgico y veo la tarde gris con su amenaza de lluvia, tal vez a todos nos ha pasado alguna vez, pero en mi caso algunas veces pienso si será extraño que las tardes como ésta sean las que más me recuerdan cómo me gustaba verla sonreír, será tal vez porque eso siempre me reconfortaba. Desde el principio, o sea, desde la primera vez que la vi sonreír me gustó observarla, y conforme pasaron más y más sonrisas, hacía lo imposible por verla así, sonreír y contenta, era como una droga para mí, no en el sentido de que fuera una adicción mal sana, muy por el contrario, era ese efecto de relajación, de felicidad, como el que te da comerte un chocolate o quitarte los zapatos después de caminar por largo tiempo, era refrescante, agradable, y me hacía sonreír a mí también. Algunas veces me preguntaron si estaba enamorado de ella, y la verdad es que nunca supe contestarles, no es que yo sea precisamente un experto en cuestiones del amor, no sé si el amor se define en que me gustaba verla sonreír, sin embargo, no creo que pudiera existir una razón más honesta para querer estar con ella; era esa necesidad de hacerla feliz para que sonriera, tampoco sé si fuera un motivo egoísta, ¿es egoísmo comprar un boleto cada domingo para entrar al museo y ver esa pintura que te hace sentir mejor?, ¿es egoísmo sentirte mejor por querer ver algo tan bueno que hace que las tristezas del mundo se te olviden por ese instante?, tal vez eso era el paraíso, el verla sonreír y que de verdad me gustara observarla; por ese breve lapso de tiempo que puede durar una sonrisa, por ese instante, yo era feliz y ella conmigo. Entonces pienso que el egoísmo sería no mostrarla a todo el mundo, sería como tener el mejor poema jamás escrito dentro de un cajón, una obra maestra de la pintura envuelta en trapos, o la mejor pieza musical que nadie escuchará jamás; pero no era así, ella sonreía todo el tiempo, al decir los buenos días, al agradecer algo, al sentir mi mirada perdida en su rostro buscando esa expresión renovadora; la compartía con el mundo, aunque el mundo a veces no la notara, no sé ... tal vez si estaba enamorado de su sonrisa... ahora ya comienza a llover y se escuchan las gotas estrellarse contra el pavimento, y... no sé... me gustaba verla sonreír....  

                                                                                                FABO

martes, 10 de febrero de 2015

Me gustaría...

Me gustaría hacerte el amor
y el desayuno,
no sé si en ese orden
pero si en éste instante.

         Me gustaría pasar noches en vela
         cuidando que nada te falte
         y no sólo pensando
         en la falta que me haces.

  Me gustaría cruzar el río
  tomado de tu mano
  y me gustaría que el río nos cruzara
  tomados del alma.

        Me gustaría olvidarte,
        aunque la verdad...
        a quién quiero engañar
        si tu recuerdo es mi vida.

   Me gustaría decirte buenas noches,
   aunque sea de día,
   o de tarde
   o no sea nada, pero hablarte lindo,
   eso me gustaría.

       Me gustaría abrazarte
       aunque sea octubre o marzo,
       abrazarte como el viento abraza al árbol,
       como la raíz abraza a la tierra.

Me gustaría pensarte,
                                        imaginarte,
            describirte,
                                          escribirte,
    pintarte,
                        cincelarte,
                                            actuarte,
   cantarte,
                    musicalizarte,
                                              dramatizarte,
   saborearte,
                         exponerte,
                                               conocerte,
vivirte,
                     amarte.

 
 Me gustaría...

                  me gustaría.....

                                         me gustas....

                                                                                              FABO

     


       
     
       

viernes, 6 de febrero de 2015

Comenzando por tus labios...

Hoy quiero recorrerte toda,
subir a esa barca de ensueño
que se esconde en tu piel suave
y que me llama como paraíso aterrador.

      Quiero sentir que la vida no nos alcanza
      y que el tiempo se detiene conforme 
      mis manos avanzan.

          Tu mirada furtiva volteará a cualquier parte
           buscando razones,
           motivos,
           pero todo será inútil,
           nada tendrá sentido, 
           porque lo divino no se entiende.

  Tu aroma llenará mi ser
   y yo, 
   no podre soportar más
   la angustia de pensarte lejana
   teniéndote tan próxima a mi alma.

        Eres mi deseo cumplido,
        mi redención,
        mi condena,
        mi culpa,
        mi todo en una nada absoluta.

  Conoceré cada parte de ti,
   y trazaré un mapa de cada borde,
   montaña y valle,
  conoceré cada rincón que ocultas,
  
                                         comenzando por tus labios.

                                                                                                                   FABO

jueves, 5 de febrero de 2015

Una Revolución de las de averda...

Lo qué hace falta es una revolución, pero de las de "averda" como decía Don Juan el que se subía a su bicicleta a sus 70 años para reparar cualquier lavadora o licuadora a domicilio. Decía que hacía falta una revolución como la de Zapata, pero que fuera real no como la que una "bola de escuincles babosos" que dicen preferir morir de pie que vivir de rodillas y lo confunden con "romperle la madre" a cuanto ven, lanzando golpes al bueno y al corrupto, dejándose llevar por las emociones, dejando que el mismo gobierno al que se quieren "reventar" sea el primero que se los revienta a ellos por no saber pensar por sí mismos, por creer que el quemar, romper, deshacer, robar, golpear, saquear, asustar... etc... es la respuesta, cuando precisamente es contra eso por lo que según luchan. Don Juan me decía que la doble moral está en los dos bandos, porque el gobierno pegaba duro pero se ponía un guante para que no se viera, y los rebeldes se ponían un guante para soltar el "madrazo" y sentirse nuevos caballeros que defienden el honor de una nación tratando de deshacerla. Yo lo escuchaba absorto y callado mientras él estaba sentado afuera de su casa con la mano derecha sobre su rodilla, con el pantalón de mezclilla algo sucio, su camisa azul arremangada hasta los codos y con el sombrero en la mano izquierda tratando de alejar ese calor que le hacía derramar gotas de sudor por su frente ya arrugada por los años. Tomaba un respiro y me decía; a veces pienso que tanto revoltoso en su vida ha trabajado, me da gracia que digan que debemos recordar que "La tierra es de quien la trabaja" mientras ellos roban o no hacen nada y se quejan de todo y todo quieren que les de el gobierno, quieren que les paguen el doctor, que les paguen la despensa, ya nomas no piden que les paguen sus "tragos" y sus "faritos" porque por lo menos el vicio es sagrado y si uno no se lo paga, pues no le sabe. Me da risa pensar en que se sienten muy hombres aventando botellas, cuando más hombre es el que se levanta temprano para recogerlas y venderlas, a estos ya no les toco la verdadera Revolución, tampoco digo que haya sido la mejor o la ideal, pero por lo menos en esos tiempos la gente sabía por qué luchaba, tenía valor y sabía que era una lucha por amor, aunque suene medio raro, era por amor "de verda que te lo digo" porque para mi es la única razón verdadera que hay para luchar, porque si uno no ama algo, ni a sí mismo, entonces lucha por lo que otro ama, por lo que otro piensa, por lo que otro le dice y se vuelve un borrego que se piensa lobo feroz. Yo no sé que sea todo eso del petroleo o de la bolsa; yo del único petroleo que sé es del que le ponía a las lámparas para que mi "vieja" (y lo decía en la forma de vejez, no despectivo) pudiera coser en la noche las camisas que le mandaban, yo la única bolsa que conozco es la que uso para llevar mis herramientas; por eso yo digo que las revoluciones se hacen por amor, por ese amor que uno siente por su tierra por su casa, por su familia, por su país, porque yo soy mexicano y no entiendo como los demás mexicanos prefieren agarrarse a "trancazos" entre ellos, antes de hablar, de entenderse; tampoco digo que sean "zacones" porque cuando uno tiene que defenderse pues no queda de otra y hay que poner los puños bien en alto y no dejarse, pero "nomás pa" defender no para "chingarse" al otro, porque entonces ¿qué somos? ¿animalitos?, ni eso porque los que te dicen "te portas como un animal" nunca han visto como se comportan, nunca han estado en el campo, yo no veo que un caballo agarre y quiera "joderse" a otro caballo "nomás" por el puro gusto de sentirse más "fregón" de ver si le quita su comida, de ver si lo admira, esas son "tarugadas" nuestras, los de arriba deberían de ver por los de abajo, y los de abajo deberían de ver por sí mismos. Lo que no entiende la gente es que de verdad no "semos" pobres, "semos güebones" todo queremos que nos den en la mano, siempre queremos que nos atiendan primero, que nos den el pilón, que nos cobren menos, ganar más trabajando lo menos que se pueda, que nos traten mejor porque "semos" amigos o conocidos o parientes de tal, se quejan de que no alcanza pues entonces "trabajele" más, levántese más temprano; claro que los que mandan casi siempre nos buscan fregar pero, ¿por qué los dejamos? y no digo que vayamos a romperles los vidrios o a tirar las puertas, ¿eso qué? ¿a mi que "chingaos" me beneficia que hagan eso?, en nada, ni a "uste", ni a nadie, ¿que hagan eso va a hacer que mi trabajo me de más dinero? ¿que hagan eso va hacer que la comida esté más barata?, esas son ideas "pendejas". Que hablen ellos que saben, ellos que fueron a la escuela, ellos que leen de cosas importantes. Yo no tuve oportunidad de aprender más porque me tuve que meter a trabajar, y no es disculpa, pero cada quien tiene la obligación de hacer lo que pueda, y entre más sabes y más conoces, más responsabilidad tienes, muchos piensan que ser doctores o ingenieros es para que ellos salgan adelante, y sí, pero también es para que saquen al país del agujero en el que está, porque si no son ellos ¿"entons" quién?, yo no quiero perder la esperanza de que esto pueda cambiar y mejorar, de "verda" que tengo fe en que los que usan traje y corbata usen lo que saben para sacar adelante esto. Los jóvenes son quienes "train" fuerzas para hacer las cosas, a veces me desespera verlos metidos todo el tiempo en eso del "interne", con sus teléfonos en la mano todo el día, de nuevo me da gracia "prefiero morir de pie" dicen, cuando andan todo el día con la cabeza agachada metida en una pantallita y se están perdiendo el mundo que los rodea, ya no se hablan en persona ya ni comer sin eso pueden, se quejan de esclavitud y son ellos los que se dejan esclavizar, porque ser esclavo no es nomas tener un grillete en la "pata" ser esclavo es estar atado a cualquier "fregadera" que no te deja vivir como quieres, que no te deja ver más allá, pensar, razonar. Yo ya estoy viejo, y si pasa o no, pues ya ni lo veré; pero "uste" está en su "mero mole", "tons" dígame, si seguimos haciendo las cosas iguales todo seguirá igual ¿a poco no?, hasta los según revolucionarios siguen quejándose igual, y mire, nada cambia y nos siguen "chingando", ¿a poco "uste" con todo lo que lee y lo que platicamos, con todo el respeto que le tengo por sus estudios y se ve que es inteligente, a poco no cree que nos hace falta una Revolución de las de "averda" que primero nos haga cambiar a nosotros para después cambiar al mundo?.

                                                                                                                                   FABO    

lunes, 2 de febrero de 2015

A veces...

A veces las palabras no son suficientes
   a veces las lagrimas no son suficientes
       a veces las sonrisas no son suficientes
          a veces nosotros mismos no somos suficientes.

A veces tu mirada y la mía no se encuentran
aunque nos encontremos de frente,
tus palabras suenan sin sentido
y las mías no alcanzan tu oído.

     A veces creo que callando me entiendes mejor
     y terminas preguntándome "¿por qué tanto silencio?"
     luego te digo que te quiero
     y sigues pensando que mantengo ese silencio.

          A veces me escondo en el mundo
          a plena vista, a pleno oído, a pleno tacto...
          y paso tan cerca de ti, tan cerca,
          que no me notas.

  A veces el tiempo no me alcanza para quererte
  y me falta tiempo para quererme,
  tan fácil que se disuelve la noche con el día
  y tan difícil pensar en otra cosa.

       A veces me olvido de mi nombre
       de mi rostro
       de mi voz,
       pero es extraño que de ti recuerde todo.

           A veces no hago otra cosa que pensar en el quizás,
           en el tal vez,
           meditando en un futuro alterno
           en donde estarás por siempre, o donde nunca exististe.

  A veces hago todo eso
  y todo aquello
  a veces soy yo de nuevo,
  y eso siempre me sucede
  cuando pienso en ti.

                                                                                                                      FABO