miércoles, 14 de noviembre de 2018

Sentidos...

A mi tanto que me gusta verte
y tú escondida en todas partes,
en el fulgor de la mirada de una niña,
en el fraguar de la mirada de un anciana.

    A mi tanto que me gusta escucharte
    y tú hablando por lo bajo en todas partes,
    en el eco de los pasos de un museo,
    en el vibrar de las cuerdas de un concierto.

 A mi tanto que me gusta olerte
 y tú dejando tu fragancia en todas partes,
 en el aroma que despunta con el alba,
 en la esencia que llega tras la lluvia.

    A mi tanto que me gusta probarte
    y tu brindando tu sabor en todas partes,
    en lo dulce de llevarte en mi memoria,
    en lo amargo de saberte tan lejana.

A mi tanto que me gusta sentirte
y tú cediendo tu tacto en todas partes,
en la suavidad de las sábanas aun tibias,
en lo ríspido del juicio cuando callas.

                                                                             FABO

martes, 2 de octubre de 2018

La pared...

Me niego a ahogarme en un pantano de negro lodo y esperanzas fallidas... dijo a la pared casi susurrando,  mientas sus manos se deslizaban lentamente por su frío y liso color azul grisáceo. Su frente pegada a ella queriendo absorber su indiferencia, su mero estado de existencia, el ser sólo una pared fabricada de múltiples elementos y que al final sólo tiene una utilidad. La envidiaba, "maldita pared" imperturbable, inmutable, afónica, inerte, insensible, estoica y atemporal. Puede ser que su color se pierda y poco a poco los granos de concreto que la compongan se vayan separando uno a uno por el pasar del tiempo; pero ella no lo notará, jamás sabrá que existió alrededor de ella un hogar, una ciudad, un país, un mundo, un universo... que personas rieron y lloraron junto a ella, que se gritaron improperios y que palabras de amor fueron susurradas en oídos extasiados.

Ella no sabe de reformas constitucionales o de mandatos divinos, no venera a un dios que la hizo ni maldice a un demonio que la hará sucumbir, ella no peca ni obra con moral. Esa pared no sufre por amores o desventuras, la economía le da un carajo al igual si una pared al otro lado del mundo es su familiar. Le da lo mismo su nacionalidad pues ni siquiera se sabe pared. No es racista con las paredes hechas de adobe o de tablaroca y mucho menos le importa su color o textura. Esa pared no sabe de pintura ni poesía, a pesar de que pueda estar rayada con una frase soez, o adornada con una sublime pieza de Velasco... a ella le daría lo mismo ser pared de consultorio colgando títulos rimbombantes,  que ser pared de casa humilde donde viven más de diez.

Me niego a sentir, me niego a llorar por desamor y ausencias, me niego a ser partícipe de un mundo en el que todo tiene precio y a su vez nada vale... Yo quiero ser pared yo quiero dejar de sentir y que me importe, me niego a dar mi vida por un ideal, es más, me niego a tener vida, ni la he pedido y se me ha dado, ¿por qué no es de esa misma forma el amor o la riqueza?, ¿quién es digno de una o de otra?... quiero ser pared... quiero ser pared...

Sus puños temblaban y las lágrimas recorrían sus mejillas como ríos alimentados por la angustia de saberse derrotado. Su cuerpo delgado, se sentía más frágil que nunca, poco a poco fue cayendo sobre sus rodillas hasta quedar con el rostro inmerso en unas manos, que ya no temblaban; no porque no quisieran detenerse, sino porque la fuerza menguaba.

Sintió entonces una mano reconfortante en su hombro, pero ni siquiera tuvo el valor de girarse y saber quién buscaba su atención. ¿Qué más daba que fuera Dios o el diablo?...

"Sabed amigo mío, y lo llamo amigo porque como el latín de la que proviene esta palabra, yo lo amo. No por ser hombre, ni siquiera por ser humano... lo amo por ser, por eso y no más... Sea usted pared si así lo desea, sea usted lo que quiera, menos un derrotado. Si es pared, sea pared de orfanato y dé cobijo a los desprotegidos, sea pared de cuartel y defienda a los que defienden su causa, sea pared de hogar y proteja de las inclemencias del tiempo a una madre y sus hijos, sea pared de oficina y brinde un espacio para que alguien se gane la vida, sea pared de museo y resguarde los tesoros del mundo, sea pared de templo antiguo y dé fe de lo grande que la humanidad ha sido dando testimonio de que no todo está perdido... Sus palabras suenan desesperadas, pero es a causa de un corazón grande que se siente destruido, las penas duelen, pero no matan, la reconstrucción de un templo como el suyo a veces lleva más de tres días... La banalidad no va con usted, por eso sus dolores son los del mundo y no sólo los suyos. sus pensamientos se elevan y su conciencia le grita Marcha... usted ponga el rumbo. No mi amigo, usted está muy lejos de sólo ser pared, usted está destinado a ser templo, constrúyase con los ladrillos de ese antiguo ser que era y que hoy por sus ideas está roto, tenga valor de conocerse y que la vida no se le pase de largo, que el día que ésta se le escape se dará cuenta que desperdició el más grande don que se le ha dado... el don de ser usted."

Giró entonces su rostro y sosteniendo su hombro se encontraba él... con una mirada en calma y una sonrisa casi paternal... por un momento no comprendió nada hasta que ese "él" se alejó lentamente...

Un fuerte ruido sonó haciéndolo despertar, la fotografía que tenía en el buró había caído por el movimiento brusco de su mano, levantó la foto y la observó con detenimiento... "Mañana empezamos a construir" dijo... mientras limpiaba una lagrima causada por el mejor sueño que había tenido en su vida.


                                                                                              FABO

jueves, 27 de septiembre de 2018

Un día normal...

Amanece
y el sigilo de un nuevo día
se siente entrar por la ventana
con sus tímidos rayos áureos.

     Atardece
    y el día mira su plenitud
    escondido en los pasos firmes
    de un mundo en movimiento.

Anochece
y todo cae en un sopor nocturno
mientras la nubes acarician
un rostro suave de un pálido blanquecino.

      Mientras todo eso sucede
      la hoja en blanco me aguarda desafiante,
      y yo con más firmeza en el corazón  que en la pluma,
      te escribo....


                                                      FABO

  


lunes, 10 de septiembre de 2018

La eternidad en tu mirada...

Miro el reloj... 14:28... dos minutos de sobra antes de llegar puntual a nuestra cita, y cómo no hacerlo si yo siempre deseo robarle los nanosegundos al tiempo para poder estar un instante, sólo un pequeño instante más contigo. Lo que pasa es que contigo todo es atemporal, eres lo que en Física se conoce como "singularidad", contigo las reglas del tiempo-espació no se cumplen, pero así eres tú, las reglas no concuerdan contigo, eres un ser que va creando mundos a su paso y esos universos se van sumando a uno mayor hasta conformar el mío, donde yo existo, y soy... porque estoy contigo.

Por fin 14:30... toco el timbre de tu casa y a lo lejos, como si en la cima de una montaña te encontraras, escucho tu voz acogedora que desde ese punto geométrico desconocido lanza una promesa de felicidad con un simple "Ya voy". "Ya vienes"... pienso... y esa espera se vuelve un mundo de posibilidades. Decía la abuela "la espera desespera", y como siempre tenía razón, sin embargo, contigo mi amada "singularidad" eso a veces no aplicaba, si bien mis ansias de tenerte cerca crecían exponencialmente con el saber que estaba a unos segundos de verte, también se volvían material de novela, cuento o relato... llámale como quieras... me imaginaba tu rostro al espejo retocando los últimos (pero más importantes) detalles del maquillaje, mirando tu vestido por diversos ángulos, todo con prisa pero con su respectivo tiempo. El correr por las escaleras con ese tic tac de los tacones, el grito de "Mamá ya me voy" que te toma exactamente 1.66 segundos, la respuesta de tu madre "Sí, está bien, no llegues tarde" que dura 3.10 segundos... la última mirada rápida en el espejo pequeño de la sala y por fin las puertas de mi propio paraíso que se abren, con esa luz del fondo que entra por el jardín brindando una atmósfera celestial a la aparición de mi propio ángel de la guarda.

Te admiro de pies a cabeza, no porque te esté analizando ni mucho menos, sino porque es tu mirada lo último que me gusta ver en ti, la cereza del pastel, el último chocolate de la caja, la última nuez acaramelada de la bolsa... miro tus zapatos lindos, tu vestido rojo ceñido a una delgada figura, el pecho erguido y los hombros relajados, el cuello largo... y tu sonrisa en rojo carmín... y es ahí donde se genera mi propio Big Bang. 

Me quedo absorto en la comisura de tus labios que se levanta levemente en un ángulo casi imperceptible, pero lo suficiente para irradiar una sonrisa sensual, pícara y feliz, las pequeñas líneas en tus labios que se vuelven un microsistema montañoso rojizo y seductor... 14:35:25. La caverna de los deseos se entreabre lentamente dejando ver el tesoro de perlas blancas que sellan una cueva aún más misteriosa. 

En ese momento, aunque tú y yo no lo sabemos, está naciendo un pequeño niño en Étretat, en las costas de Pays de Caux, Francia; su nombre será Etienne y se enamorará de la hermosa Isabelle la cual será el gran amor de su vida; aunque terminará casándose con Anabell, una chica de París enamorada del color rojo. En la ciudad de Chiang Mai, Tailandia, el abuelo del pequeño Arthit lo lleva por primera vez al templo Wat Chedi Luang esperando que sienta su espiritualidad, es ahí donde el pequeño descubre que quiere ser un monje budista. En Chile, para ser más exactos en Futalefú, en la región de Los Lagos, en la Patagonia; Carlos le está proponiendo matrimonio a Lauren, una americana que conoció hacía tres meses en una cabaña para exploradores en el bosque. En Medellín, Colombia, una pareja hace el amor por última vez, antes de que ella parta a Inglaterra a terminar su doctorado. Más allá de nuestro sistema solar, dos estrellas chocan por la atracción gravitacional creando una nueva galaxia que no se conocerá sino hasta dentro de 600 años a partir de este momento. A seis cuadras de tu casa, en su departamento, un anciano acaba de dar su último aliento de una vida feliz y plena, dejando esta vida con un suspiro suave y una sonrisa en los labios. En la Ciudad de México, Claudia después de tres meses de intentarlo, por fin ha quedado embarazada. En un pantano en Florida, E.U.A. un cocodrilo pone un huevo dentro de su nido, y a escasos milímetros de mi zapato una hormiga lleva una migaja de la galleta que tiró un niño de cuatro años que juega en su triciclo a unos metros de nosotros.

El mundo sigue y siento la vida fluir entre mis entrañas y mi alma, siento explotar, deshacerse y reinventarse cada célula que me compone, una pequeña gota casi imperceptible de sudor recorre mi frente, un poco por el calor, un mucho por la emoción de verte... 14:35:30... veo tu nariz fina y afilada... 14:35:35... por fin llego a tus ojos castaños... 

...y es ahí donde pienso tomarme mi tiempo.

                                                                                                                   FABO

miércoles, 30 de mayo de 2018

Te voy a extrañar...

Te voy a extrañar,
porque las tardes han perdido su color,
el matiz dorado sólo se percibe en la pupila
pero el alma...
esa se queda en recuerdos apagados.

    Te voy a extrañar
    porque contigo había caminos
    que llevaban a lugares imposibles
    como imposible era no quererte.

 Te voy a extrañar
 porque la marea me llama
 y sólo borra un par de huellas,
 eso no es soledad,
 sólo que me dejaste conmigo.

    Te voy a extrañar
     porque te llevaste noches buenas y malas,
     porque la sonrisa y el llanto te siguieron
     y los días son sólo eso, un día más.

Te voy a extrañar
por convicción más que por necesidad,
porque la sal condimenta la vida, no sólo la suerte,
porque el vino también se hace vinagre, y aún así es manjar.

    Te voy a extrañar
    más que nada,
    porque vida hay mucha,
    pero personas como tú... no.

                                                                                                       FABO

domingo, 27 de mayo de 2018

Mis mejores deseos...

Que tus pies no toquen el suelo
y que tus manos no sientan el frío,
que tu ojos no miren desvelos
que tu boca no pruebe amargura.

     Que tus oídos no escuchen mentiras
      que no respires esencias del pasado,
      que tu pecho no deje de latir
      que los recuerdos no queden olvidados.

Que tu senda no termine
que tu amor no sea desolado
que la ilusión siempre te perdure
que tus lunas no se queden sin noches.

    Que tu vela aún guarde un destello
    que tu violín tenga una última nota
    que la noche bohemia no acabe
    que el sol no queme tus ansias.

 Que el ruido no te tome por sopresa
 y el desorden te sea ajeno,
que el llanto no toque tus mejillas
que la sonrisa no se te acabe nunca.

    Pero si pese a todo,
    un día vuelves el rostro y me extrañas
    entonces ven, sufre conmigo,
    que la vida nos arrase, pero siempre juntos.

                                                                                                      FABO

lunes, 21 de mayo de 2018

La ruptura...

No digas tonterías que las noches se ven más oscuras inmersas en tus mentiras, no digas más, que parece que tu boca se empeña en decir aquello que no existe como si de una verdad absoluta se tratara, parece que lo que mejor haces es mentir, es desbastar una verdad y llevarla al terreno de la fantasía, esa que construyes tan fácil. Es un don, no te lo niego, deberías de ser cuentista o literato, que las novelas que inventas con esa facilidad me llevan a pensar que eres un genio o un loco. La realidad se transforma poco a poco conforme tus palabras vibran en el viento, pareces un creador de mundos alternos, de universos, de vidas, y no precisamente la mía. Deja de soñar despierto y de decir todo aquello que piensas, a veces callar también es de sabios; pero ¿qué vas a saber tú de eso? si lo más sabio que has dicho es que "entonces no dirás más".

Sus ojos encendidos por su retórica brillaban como carbones en una hoguera que está a punto de extinguirse. Sus manos temblaban con la furia de un titan a punto de ser liberado, como si un pequeño sismo sacudiera su humanidad y aun así buscara el control. No era ira en sí, era desgaste, era necesidad de parar, eran esas ganas de dejarlo todo atrás y tomar el primer vuelo a cualquier parte, donde su suerte no fuera dicha ni por quiromancia ni por cartas astrales, ni por estrellas, ni lunas; era la mera necesidad de manejar su vida a su antojo y a su favor. No buscaba culpables, y de existir uno sería ella, ella y no más, por el mero hecho de ser "ella", por la sencilla razón de que optó por dejar su vida en las manos de él. El amor es algo tan fuerte y tan frágil; es capaz de llevarte a cruzar el mundo descalzo entre pantanos y desiertos por ver a esa persona por la que todo lo puedes, sin embargo, al ver al ser amado como un humano más, esa fuerza termina moviéndose en tu contra y te desarma y te arranca el alma y la destroza, y sí... no te queda más que amarte a ti mismo... ¿quién lo diría, no?, que al final solo eras tú, para ti y por ti... ironía.

Yo no invento falacias, ni cuentos ni dramas, la verdad es cruel, pero es cierta, yo te amo por ello lo digo así, sin miramientos y a quema ropa, contigo nunca he sabido ser de otra manera, así como tú tampoco, si nos quisimos en un principio fue precisamente por eso. No sigamos enamorados de lo que fuimos y no somos más, es más triste vivir en una mentira día tras día que romper con esa cadena para sentir la libertad de no mirarnos con máscaras de falso entendimiento. Hay amor, eso no lo niego, pero ¿qué amor nos queda? si esta llama hace tiempo que se consumió, ¿es acaso un amor de tradición, de costumbre o de necesidad?, no lo creo, porque ni tu ni yo somos así, y si es que lo somos es precisamente por esa razón que no podemos serlo más; tu eres aquello que siempre quise y yo lo mismo para ti, pero hoy el rumbo se perdió, no te pido entendimiento, te pido comprensión y que veas en tu corazón que la vida no es como uno quiere, sino como es y ya. No será fácil dejarnos atrás, y créeme que no es lo que busco, una vida a tu lado no es algo que se borre con lluvia. Lo que te pido es dejar de dañarnos en pos de un "cariño" que nos mata más y más cada día.

Su semblante sereno hablaba de que era una idea plenamente meditada y decidida; en cuestiones de verdad nunca vacilaba, era hombre de palabra, no por ello siempre certero, pero sí firme en sus ideales, nada de lo que había dicho era mentira, o por lo menos no para él. En su existir bohemio no había nada peor que la monotonía de la vida, por eso pensó tanto en esa relación tan seria, se conocía y no quería que el final fuera precisamente el que estaba viviendo. Cada lágrima de ella, era una daga que se calvaba en él, es verdad que la quería, pero también quería más del mundo. Esa maldita necedad de verlo todo, saberlo todo, vivirlo todo... para él, ellos ya se habían vivido lo suficiente, o por lo menos esta parte de su historia.

Ninguno dijo más, tomó la maleta y el abrigo y salió por la puerta. Suspiró un segundo antes de cerrar la puerta y musitó muy por lo bajo un "lo siento"... ella susurro un "te quiero".... 

Ninguno de los dos alcanzó a escucharse.

                                                                                                                 FABO




jueves, 3 de mayo de 2018

Una persona...

Uno va caminando por la vida topándose con mil personas, con gente de todo tipo, de todo color, de toda forma, de toda lengua. 

Pero existe un momento, sólo uno, en el que ves a esa persona que te hace olvidar a las demás, esa persona que no sonríe, ni tiene mirada profunda o un aroma a jazmines; una persona que no tiene linda voz ni un cabello de revista; una persona que no tiene un cuerpo de pasarela o un andar de líder nato, una persona que no conoce la literatura universal o la música avant garde, que no sabe nada sobre el arte postmodernista, o que te hable de política y sociedad, una persona que le es totalmente indiferente la teología y filosofía, una persona que le da igual la raza del perro o lo que comerá más tarde, una persona que no se preocupa de tu aspecto ni de tus miedos, una persona que no está hecha para ti ni para nadie...

Pero tú.... tú.... la amas tanto... que nada tendría sentido si no estuviera a tu lado.

                                                                                                           FABO 

jueves, 8 de febrero de 2018

Charlando...

Cuando la conocí, conocí primero su bondad, su furia y su alma. No lo digo de broma, créame usted que le hablo con sinceridad de corazón. 

Por la mañana caminaba cerca del parque, el que está cerca del centro comercial, sabe... el de los árboles altos con los columpios al centro y la iglesia blanca cerca de la esquina... en fin... iba caminando con algo de premura, pues se me hacía tarde para una cita, sabe... de esas de trabajo que son infames porque uno tiene que plantarse frente a un tipo que no tiene la menor idea de que existe algo más que los reportes de ventas, las bitácoras de obra o las hojas de cálculo, de esos que de poesía sólo saben que es aburrida, en fin... como le decía caminaba por el parque y el llanto de una pequeña niña me hizo girar el rostro y al verla noté que había tirado su helado por jugar con una ardilla, seguí mi camino pero sentí esa punzada de responsabilidad moral que nos da en la nuca cuando vemos a un niño llorar, tome unos segundos, miré el reloj y decidí dar media vuelta y regresar. Al llegar con la niña la vi sonriente y feliz con un helado del doble de tamaño, me acerqué con ella y le pregunte "¿Todo está bien pequeña?", ella me miró con sus grandes ojos de avellana y la boca llena de chocolate, y sólo asintió, en ese momento llegó su madre y la reprendió por hablar con desconocidos y a mí me tiro una mirada como si fuera el peor ex convicto queriendo robarme a su hija... eso se saca uno por querer hacer favores a chiquillas lloronas.

Seguí mi camino y por aquel pequeño contratiempo llegue tarde a la cita, tampoco tanto, a lo mucho cinco minutos, pero tarde es tarde... sabe... porque yo no acostumbro la impuntualidad, quién es uno para disponer del tiempo de los demás, no es justo decir que uno llega a una hora y termina llegando a otra, por eso el mundo está como está, porque si uno no puede cumplir con algo que uno mismo dice, qué nos queda de lo que no decimos... en fin... aquél poeta de los número se hallaba detrás de su escritorio lleno de papeles, otro que me tiró una mirada de aquellas, "Gracias por dignarse a llegar" me dijo mirando de reojo su reloj... ya ya... lo he entendido, me sentí como estudiante regañado en la oficina del director. Justo cuando comenzábamos a dialogar se escucharon unos gritos provenientes de la oficina contigua a la nuestra, "Es usted un imbécil, y espero que su madre sepa cómo son sus entrevistas de trabajo, porque créame que sus jefes y cuanta persona me cruce en el camino lo sabrá" terminada la sentencia se escuchó un fortísimo portazo que no dejó lugar a dudas que la entrevista había terminado. El poeta de los números y yo nos miramos fijamente y antes que me permitiera decir cualquier chascarrillo, bajó la mirada y continuó con su rosario de números y datos... sabe... esas personas que no disfrutan ni de un momento de gracia por algo que siempre causa curiosidad no merecen llamarse personas, no es que uno ande en el chisme para entretenerse pero a veces Dios en su infinita misericordia, nos da uno o dos instantes para reír, y el que no los aprovecha es en verdad un pecador... pero en fin... poco más de media hora me tomó salir de esa cita tan agradable y me dirigí a comer algo.

Llegué a una pequeña fonda, una muy sencilla, no vaya usted a creer que era de esas elegantes, no qué va... una de esas pequeñas que anuncian la comida corrida por no más de cincuenta pesos, setenta si quiere una milanesa o carne asada en lugar de albóndigas... sabe... esos lugares son los verdaderos paraísos, esos que huelen un poco a aceite quemado, que las mesas bailan y los manteles son de plástico, esos en los que llegan todos de las oficinas y la cocinera los saluda como hijos que llegan del colegio, esos en los que la comida sabe un poquito a casa y esa casa se vuelve mucho para uno en días de lluvia, o en días como estos... en fin... me senté en una mesita y pedí la especialidad de la casa, es decir, una comida corrida, con agua de jamaica, porque esa sí refresca. Cuando la mesera, o mejor dicho la hija de la cocinera, tomó mi orden y se fue giré el rostro y pude ver una mujer sentada justo frente a mí, linda ella, no tan guapa, no tan fea... linda... sabe... esas mujeres que se ven cansadas por la vida que no sabe tratarlas, pero que su mirada habla de fuerza y un poco de desesperanza o tal vez al revés, no sabría decirle a ciencia cierta, pero era linda, de esas mujeres que vale la pena conocer... en fin... le sonreí a mi parecer de forma amable, y ella con toda su lindura me aventó la tercera mirada de sepulturero que tuve ese día, y se giró a otra parte, justo en ese momento llegó mi vaso con agua y sólo pude pensar que la mesera era mi propio emisario de la corte celestial; un pequeño sorbo y pude notar que aquella señorita me miró de reojo... no se ría, es verdad... lo noté y mire que soy despistado, pero para esos detalles, uno se vuelve antena parabólica, tanto que a veces ni existen, pero uno los nota. Me armé de valor y me levanté, "Señorita no es mi intención molestarla ni mucho menos, pero noto que usted comerá sola y yo también y no recuerdo bien en que libro de alta ciencia leí que eso hace daño a la digestión, qué le parecería a usted que, en bien de nuestra salud por supuesto, nos hiciéramos compañía por el tiempo que duren nuestros alimentos", me miró fijamente, uno, dos, tres segundo y me hizo un ademán para que tomara asiento, la mesera a lo lejos no perdía detalle... Nos presentamos como los cánones mandan y le pregunté sobre su día. Ella me dijo "Todo pintaba para ser un buen día, estoy en busca de trabajo y vi uno anunciado que se ajustaba perfectamente a lo que requiero, no vivo muy lejos de aquí  y la entrevista era a unas cuadras más adelante, por el parque...sabe... el de los árboles altos con los columpios al centro y la iglesia blanca cerca de la esquina... en fin... voy caminando campante cuando de repente soy testigo de una de las mayores desgracias de la humanidad, una pequeña niña tiró su helado por mirar a una ardilla, por una ardilla puede creerlo... así cuando vi dicha desgracia no pude más que comprarle un helado doble de chocolate para hacer justicia divina... en fin... continué mi camino, llegue a la entrevista en unas oficinas pequeñas y al entrar el pelmazo que me entrevista comienza a explicarme la situación del trabajo pero me miraba continuamente las piernas, hasta que le dije "¿le hace falta algo?" y el muy idiota me dice... "pues es lo que estoy consiguiendo" yo me quedé petrificada y no tuve más opción que gritarle todas sus verdades, salí fúrica no le miento, así que decidí venir a este restaurante cinco estrellas para comer algo y esperar a que pasara mi enojo" Yo la miraba estupefacto, ella había resumido mi mañana sin siquiera notarlo, le conté que yo había visto a la niña y escuchado su gran retórica en la oficina, con lo cual se sonrojó un poco y le dije... "Es grato conocer a gente como usted... sabe... refresca como el agua de jamaica" me miro por un momento y soltó una carcajada, un risa sonora... sabe... de esas risas que liberan el cuerpo de estrés y al alma de congojo, de esas contagiosas que se dan sin pena por quién lo estará escuchando a uno... en fin... al terminar de reír volvió a mirarme, uno, dos, tres segundos... llegó la comida... cuatro, cinco, seis segundos... "sabe... creo que usted y yo podemos seguir el cuidado de nuestra salud con un gran helado de chocolate"... "Justo estaba por proponerle lo mismo."  

Bueno, así fue como la conocí, de eso hace ya unos ocho años... mire ya llega con la niña... sabe... cuando las veo caminar de la mano y me doy cuenta que vienen hacia mí, eso es lo que yo llamo vida... en fin... 

Cuídese mucho, fue un gusto charlar con usted.

                                                                                     FABO

viernes, 12 de enero de 2018

La invariable soledad de tus caricias...

La invariable soledad de tus caricias,
me tiene atado con un nudo de desdén y de amargura,
con el corazón lleno de nostalgia
y el espíritu atestado de premura.

   La invariable soledad de tus caricias,
   llena mis pasos de locura
   por el hecho de saberte a la distancia
   con rastros de una onírica fortuna.

La invariable soledad de tus caricias,
se aprovecha de toda mi ternura
rompiendo las cadenas de añoranza
con el vino de su boca de locura.

 La invariable soledad de tus caricias,
 me sabe a fruto de bonanza
 de campos verdes de ventura
 y manos vacías de venganza.

     La invariable soledad de tus caricias,
     me lleva a dormir por las mañanas
     taciturno de recuerdos y solturas
     con lazos que enredan mis andanzas.

 La invariable soledad de tus caricias,
 me toma de sorpresa con soltura,
 la sorprendo jurando que me ama
 y descubro que fue falacia toda suya.

La invariable soledad de tus caricias,
se despide a lo lejos en su balsa
y yo qué te sentía toda mía
y tú que no me diste ni esperanza.

                                                                                                                      FABO